Seguro que tu también has oído, o has pensado, que los tomates ya no saben como antes, que la fruta, hortalizas y verduras han perdido su sabor y sus propiedades por el sistema de producción que hemos impuesto, y que hay que incluir en nuestra dieta nuevos alimentos, a ser posible de diferentes procedencias, porque tienen propiedades medicinales, muy beneficiosas para nuestra salud.
Es cierto que la producción masiva y fuera de temporada de alimentos ha disminuido su calidad, y es que hasta hace relativamente poco, no era muy normal encontrar melones en otoño en el supermercado, pero ahora sí lo es, aunque su sabor no es igual, sus propiedades tampoco, luego lo más lógico es pensar que hay que complementar la dieta con otras cosas, en este caso con la recomendación de tanto peso, como la de la vecina de la puerta del al lado, pues bien que nadie se vuelva loco buscando semillas de Chía en el supermercado, o comiendo algas como si no hubiese un mañana, porque ha escuchado que por sus propiedades contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas o cáncer y combaten el envejecimiento.
Según Irene Bretón, de la junta directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, los llamados superalimentos "son productos muy saludables, pero no curan: solo preservan la salud".
Además, Manuel Moñino, nutricionista del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Carlos III, concreta que "No existe el superalimento como tal. En su lugar, más que de productos concretos, hablaría de superpatrones alimentarios: no existen pruebas suficientes de sus pretendidas propiedades, de hecho, la mayoría de los estudios han realizado sus ensayos in vitro en animales y utilizan dosis muy elevadas de las sustancias, imposibles de alcanzar con la ingesta habitual del alimento que las contiene. Aún así, es cierto que algunos son ricos en sustancias bioactivas o en fitoquímicos que están en el foco de investigación, como los flavonoides, carotenos, compuestos fenólicos…".
Lo que sí es seguro es que para casi cualquier nutricionista, la mejor opción es la dieta mediterránea, con sus legumbres, cereales, frutas, verduras,... de temporada... pero sin abusar de las cantidades, y dejarnos de modas.
Ahora bien, si puedes dentro de una alimentación equilibrada, añadir estos productos para hacerla aún más saludable, pues perfecto, simplemente añades cosas buenas a algo que ya lo es por sí mismo.
Yo te dejo una pequeña lista compuesta por algunos de estos superalimentos, y tú decides si los pones o no en la lista de la compra:
Quinoa
Seguro que tu también has oído, o has pensado, que los tomates ya no saben como antes, que la fruta, hortalizas y verduras han perdido su sabor y sus propiedades por el sistema de producción que hemos impuesto, y que hay que incluir en nuestra dieta nuevos alimentos, a ser posible de diferentes procedencias, porque tienen propiedades medicinales, muy beneficiosas para nuestra salud.
Es cierto que la producción masiva y fuera de temporada de alimentos ha disminuido su calidad, y es que hasta hace relativamente poco, no era muy normal encontrar melones en otoño en el supermercado, pero ahora sí lo es, aunque su sabor no es igual, sus propiedades tampoco, luego lo más lógico es pensar que hay que complementar la dieta con otras cosas, en este caso con la recomendación de tanto peso, como la de la vecina de la puerta del al lado, pues bien que nadie se vuelva loco buscando semillas de Chía en el supermercado, o comiendo algas como si no hubiese un mañana, porque ha escuchado que por sus propiedades contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas o cáncer y combaten el envejecimiento.
Según Irene Bretón, de la junta directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, los llamados superalimentos "son productos muy saludables, pero no curan: solo preservan la salud".
Además, Manuel Moñino, nutricionista del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Carlos III, concreta que "No existe el superalimento como tal. En su lugar, más que de productos concretos, hablaría de superpatrones alimentarios: no existen pruebas suficientes de sus pretendidas propiedades, de hecho, la mayoría de los estudios han realizado sus ensayos in vitro en animales y utilizan dosis muy elevadas de las sustancias, imposibles de alcanzar con la ingesta habitual del alimento que las contiene. Aún así, es cierto que algunos son ricos en sustancias bioactivas o en fitoquímicos que están en el foco de investigación, como los flavonoides, carotenos, compuestos fenólicos…".
Lo que sí es seguro es que para casi cualquier nutricionista, la mejor opción es la dieta mediterránea, con sus legumbres, cereales, frutas, verduras,... de temporada... pero sin abusar de las cantidades, y dejarnos de modas.
Ahora bien, si puedes dentro de una alimentación equilibrada, añadir estos productos para hacerla aún más saludable, pues perfecto, simplemente añades cosas buenas a algo que ya lo es por sí mismo.
Yo te dejo una pequeña lista compuesta por algunos de estos superalimentos, y tú decides si los pones o no en la lista de la compra:
Sus semillas contienen hidratos complejos, proteínas, Omega-3 y 6, fibra, minerales y vitaminas E y B.
Salmón
Contiene Omega-3, un ácido graso esencial para el desarrollo cerebral y para fortalecer el corazón y el tejido muscular, pues es rico en vitaminas A, B y D, calcio, hierro, fósforo y selenio.
Remolacha
Muy energética y alta en hierro, potasio, azúcares y vitaminas C y B.
Pistacho
Es el fruto seco más rico en vitaminas A y E, y ayuda a controlar el colesterol malo. Posee también vitaminas C y B, grasas monoinsaturadas, selenio y cinc.
Berza
Destaca por su poder antioxidante, superior al del brócoli o repollo, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Diente de león
Hervidas o en ensalada, las hojas del diente de león son muy nutritivas y diuréticas. Además, aumentan la cantidad de glóbulos rojos en la sangre.
Colirrábano
Se toma tanto crudo como cocido. Contiene selenio, vitaminas B y C, ácido fólico, potasio y magnesio.
Col china
Apenas tiene calorías, grasas ni azúcares y es rica en minerales. Mejora la salud de los huesos y el sistema cardiovascular.
Tomate
Por su alto contenido en licopeno, previene el cáncer de mama, próstata y colon.
Aceite de oliva
Reduce el riesgo de padecer un ataque cerebral y previene de enfermedades cardiovasculares.
Rúcula
Altamente nutritiva y efectiva en la lucha contra el cáncer (de páncreas, mama y colon), gracias al glucosinato (compuesto habitual de muchos vegetales) y los flavonoides.
Chocolate
Contiene antioxidantes, flavonoides y antiinflamatorios capaces de reducir un 37% el riesgo cardiovascular, un 31% la diabetes y un 29% un accidente cerebral. Cuanto más puro, mejor.
Semillas de chía
Por su aporte de Omega-3 y fibra, protege el sistema cardiovascular, regula el metabolismo de los azúcares y aporta triptófano, lo que provoca sensación de saciedad y contribuye a la pérdida de peso.
Alga Espirulina
Proporciona muchas proteínas de calidad más digeribles que las animales, vitaminas, minerales, ácidos grasos y enzimas, pero no se debe tomar nunca más de dos gramos al día, pues su cantidad de betacarotenos podría provocar en el hígado un exceso de vitamina A.
Kiwi
Tiene el doble de vitamina C que una naranja y es rico en minerales y fibra. Contiene luteína, un pigmento que actúa como filtro de la radiación solar.
Sígueme en:
photo credit: Making Teaism's Spicy Asian Gazpacho via photopin
Sígueme en:
(license) photo credit: Bizcocho de Chocolate y Pistacho via
photopin (license) photo credit: Olive oil via photopin (license)
No hay comentarios:
Publicar un comentario