martes, 17 de febrero de 2015

Dolor de rodilla (parte 3): tendinopatía rotuliana

En este caso me voy a centrar en la también conocida como "rodilla del saltador", muy habitual en el mundo del deporte, y que consiste en la inflamación del tendón rotuliano. Esta lesión se puede reconocer por localizarse el dolor en la parte delantera de la rodilla, debajo de la rótula, aumentando la molestia al correr, saltar, subir y bajar escaleras, es decir actividades que requieran la flexión y extensión de la rodilla, y ante la palpación.
En algunas ocasiones incluso es posible que se note este área de la rodilla inflamada, y con cierta rigidez.




Su gravedad se clasificará en función del momento en el que aparezca el dolor:

Grado I. Dolor sólo después de entrenar

Grado II. Dolor antes y después de entrenar, pero mejora al calentar

Grado III. Dolor que dificulta el desempeño deportivo

Grado IV. Dolor con las actividades diarias

Vamos con un poco de anatomía:

Foto: www.mantrarunning.blogspot.com
Por delante del muslo está el cuádriceps, este está compuesto por el recto femoral y los vastos medial, lateral e intermedio, estas cuatro partes se juntan y forman un tendón muy grueso y potente llamado tendón del cuádriceps, el cual se inserta en la base y lados de la rótula. Luego este tendón pasa a constituir el tendón rotuliano, el cual va desde el vértice de la rótula hasta la tuberosidad anterior de la tibia.

¿Por qué se produce?

Varios son los motivos por los que puede aparecer esta lesión, entre ellos:

- Tipo de actividad física, siendo más común su aparición en deportes que se basen en carrera, saltos, giros y cambios de dirección y de ritmo.
- Exceso de entrenamiento y una mala planificación del mismo.
- Calzado inadecuado.
- Superficies de entrenamiento duras.
- Exceso de peso corporal.

Programa para su rehabilitación:

Siempre bajo la supervisión de especialistas (traumatólogos y fisioterapeutas) y dependiendo del grado de la lesión su tratamiento podrá incluir:

- Cese de la actividad física por un periodo de tiempo más o menos prolongado y adaptación del entrenamiento para reducir las causas principales de esta lesión, es decir, saltos, carrera,...
- Hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la inflamación, por norma general después del entrenamiento.
- Uso de una banda o sostén para rodilla para ayudar a sujetar la rótula. 
- Elevación de la pierna cuando se sienta dolor.
- Algún antiinflamatorio, prescrito por el médico especialista.
- Fisioterapia.

Aparte, en cuanto al entrenamiento que se realizará en la recuperación de esa rodilla, este será bastante conservador en sus primeras fases, evitando giros, saltos, en definitiva actividades que produzcan impacto sobre la articulación, y centrando la actuación en el fortalecimiento de los músculos que pasan por la rodilla, en especial cuádriceps y pantorrilla, sobretodo en la fase excéntrica de la contracción, sin olvidarnos de la mejora de la elasticidad del tendón rotuliano.


Entrenador personal Madrid


photo credit: Indoor Track and Field - Jim Mitchell Invitational at the Armory via photopin (license)

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