Mantener una vida sana y en forma es muy importante, y cada día más gente está empezando a darse cuenta de ello. Las claves para sentirnos mejor y tener una vida larga siempre suelen ser las mismas: una dieta saludable y equilibrada y ejercicio físico. Lamentablemente, el trabajo, los estudios, la familia y los compromisos personales suelen dejarnos sin tiempo para cuidarnos. Por eso, se están poniendo de moda métodos para conseguir estar al día con estos dos pilares de la vida sana (dieta y deporte) perdiendo el mínimo de tiempo posible.
Una de las maneras de mantenerse en forma sin dejar de lado las responsabilidades consiste en reducir el tiempo de preparación para el deporte. El hecho de tener que cambiarse e ir a algún sitio concreto (ya sea un parque, un gimnasio o similares) nos obliga a dedicar un tiempo que nos sería mucho más provechoso si lo dedicáramos directamente al entrenamiento. Esta reflexión está llevando cada vez a más gente a dejar de desplazarse para hacer deporte y a empezar a hacerlo en su propia casa.
La cinta de correr es uno de los aparatos más utilizados para este fin, pues se trata de una máquina conocida por casi todo el mundo. Existen muchas modalidades diferentes de cintas, de modo que están destinadas a todo tipo de usuarios. Además, el ejercicio realizado en ellas es aeróbico, por lo que sirve para quemar grasa y mantenerse en forma. Si quieres conocer los beneficios de la cinta de correr no dudes en leer
este artículo.
Aunque usar estas máquinas es muy fácil, te damos unos cuantos consejos para que les saques el máximo rendimiento posible y no te lesiones.
1. Lleva la ropa y las zapatillas adecuadas
El hecho de que no vayas a salir de casa no implica que tengas que dejar de vestirte correctamente. Si no usas unas zapatillas especializadas para hacer deporte puedes dañar tus articulaciones. Piensa que este tipo de calzado está precisamente pensado para amortiguar el impacto de los pies contra el suelo cuando corremos y, aunque en la cinta de correr el impacto es menor, si corres con zapatillas concebidas para otro fin puedes lesionarte.
Lo mismo pasa con la ropa: por mucho que estés en casa, es muy probable que sudes al hacer deporte. Si no usas pantalones y camisetas que mantienen la piel seca o que están pensadas para hacer deporte, puedes causarte rozaduras y sentir molestias durante el entrenamiento, hecho que reduciría tu rendimiento.
2. Calentamiento y enfriamiento
Si subes a la cinta de correr de un salto y empiezas a correr, todavía no habrás acostumbrado a tu cuerpo a ello. Si tus músculos y articulaciones están fríos y los ejercitas de golpe, pueden sufrir alguna lesión. Por suerte, puedes anticiparte a este problema de una manera muy sencilla. Basta con que estires durante unos minutos antes de empezar a hacer deporte. Después, sube a la cinta de correr y empieza andando. Sube la velocidad poco a poco hasta que alcances la adecuada para tu ejercicio. De este modo, tu cuerpo ya habrá calentado motores y estará listo para lo que venga.
Lo mismo pasa con el enfriamento: si paramos de golpe nuestros músculos y articulaciones pueden enfriarse demasiado rápido y lesionarse. En vez de parar en seco, ve bajando el ritmo de tu carrera poco a poco hasta terminar andando. Luego, baja de la cinta y estira durante unos minutos.
3. Adáptate a la cinta de correr
El movimiento producido por la cinta de correr, aunque intenta simular el que hacemos al correr en
suelo real, es artificial. Si es cierto que suele estar muy logrado, no dejamos de estar haciendo deporte en una máquina, y debemos familiarizarnos con ella cada vez que la pisamos. Aunque estemos acostumbrados a usarla, todavía lo estamos más a pisar suelo real, y funcionan de manera diferente. Por eso, antes de empezar a hacer deporte de golpe, tenemos que calentar un poco, y no únicamente para cuidar de nuestro cuerpo: durante el calentamiento deberíamos intentar coger consciencia del espacio del que dispone la cinta de correr, de los movimientos que podemos hacer en ella y de cómo podemos cambiar las características de nuestro entrenamiento (velocidad, inclinación, etc.). Esta toma de contacto puede evitarnos muchas lesiones y distracciones.
4. Mantén una buena postura
¡No te mires los pies! Tu objetivo está delante de tí, así que mantén la vista al frente. Una buena postura contribuye a llevarte a pisar mejor, evitando lesiones en el cuello, la espalda y los músculos y articulaciones del tronco inferior. En definitiva: espalda recta, vista al frente y balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás.
5. Entrena con intervalos de alta intensidad
Si cada día corremos a la misma velocidad, con la misma inclinación y durante el mismo tiempo, nuestro cuerpo acabará por acostumbrarse y dejará de quemar grasa y producir músculo. Por eso, hacer deporte implica salir de nuestra zona de confort y superarse un poquito más cada día.
Un truco genial para evitar que nos estanquemos son los entrenamientos con intervalos. En vez de correr durante todo el ejercicio a la misma velocidad, con la misma inclinación y a la misma intensidad, debemos alternar estas tres variables. Esto contribuye a activar más nuestro cuerpo, lo que le lleva a quemar más calorías y a fortalecer los músculos. Es muy sencillo: empieza corriendo a un ritmo lento y con una inclinación baja y, al cabo de pocos minutos, sube bastante la velocidad y la inclinación. Aguanta un par de minutos, vuelve a bajarlas y así sucesivamente. La idea es que alternes una intensidad del 90% o más con otras más bajas.
6. Aprovecha la tecnología
Hoy en día existen cintas de correr interactivas que incorporan un montón de funcionalidades para hacerle la vida más fácil al usuario. Además, convierten el deporte en algo divertidísimo. Entre otras cosas, tienen acceso a miles de entrenamientos que se pueden descargar directamente en la cinta de correr. Hay tantos y son tan precisos que parece que estés siendo guiado/a por un/a entrenador/a personal.
Otra de las aplicaciones interesantes que presentan algunas cintas de correr sirve para simular que el usuario corre en el lugar del mundo que desee. La consola se conecta con Google Maps, mostrando las calles que desees. Se mueve a la misma velocidad a la que corres en la cinta, consiguiendo un resultado muy realista. Esto te permite visitar tus ciudades preferidas sin moverte del salón.
Si alguna vez has ido al gimnasio habrás visto que suelen tener máquinas que incorporan televisión. Éstas también están disponibles para uso doméstico, de modo que puedes ver tu serie favorita mientras haces un poco de deporte.
Escuchar música en la cinta de correr también es una muy buena opción para hacer el entrenamiento más entretenido y ameno. Correr al ritmo de tus canciones favoritas puede motivarte muchísimo, ayudándote a alcanzar tus objetivos.
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