Es posible que te hayas tomado muy a pecho los últimos post de cerveza y vino, o que simplemente ayer se te fue un poco la mano, el caso es que te has levantado de la cama y aún la habitación da vueltas.
Desde luego este no es el mejor escenario para salir a correr, sin embargo decides vestirte de corto, calzarte tus zapatillas y salir de casa.
Desde luego este no es el mejor escenario para salir a correr, sin embargo decides vestirte de corto, calzarte tus zapatillas y salir de casa.
Lo primero es recomendarte que bajes el nivel de entrenamiento ese día, a parte tu cuerpo seguramente no te permita un rendimiento como el de entrenos anteriores.
Y después, debes saber qué es lo que va a pasar en tu cuerpo, o puede llegar a ocurrir, y es que:
A nivel muscular, has dormido poco, no hubo un periodo de recuperación completa y eso se nota, por ejemplo con una sensación de fatiga mayor de lo normal y mucho antes.
Además de poder lesionarte con mayor facilidad por las alteraciones que ha producido el alcohol en tu cuerpo, acidosis, que se potencia al unirse a la producción de ácido láctico, y una alteración metabólica importante en la glucosa.
A nivel cardiovascular, existe un riesgo debido a que ya empiezas la actividad con una frecuencia cardiaca más alta y como decía antes, sin el descanso adecuado.
Otros factores que influyen en esta situación son por ejemplo la deshidratación, y la pérdida de temperatura provocada por la vasodilatación asociada al consumo de alcohol, por lo que deberás beber más agua de la normal y salir (si es que sales) abrigado a practicar tu deporte.
Por último recomendarte desde el sentido común que organices bien tu ocio, si sabes que mañana saldrás a entrenar, evita excesos y descansa en condiciones, si aún así no has podido evitarlo, quizá sea buena idea pasar de este entrenamiento y retomarlo un día después, para pasar la resaca lo más dignamente posible, cada uno con sus trucos.