Fundamentalmente, dos son los motivos por los que el agua te puede ayudar a adelgazar, en ningún momento voy a decirte que si tienes hambre bebas agua, partimos de la base que una dieta saludable y controlada por un especialista, junto con un plan de actividad diaria, son las principales herramientas para alcanzar tu objetivo de perder peso, pero con un par de trucos muy sencillos llegarás antes.
Antes de empezar tu día:
Consume un vaso de agua en ayunas, varios son los motivos por los que esta costumbre es muy saludable, pero centrándome en el tema que nos ocupa hoy, resulta que beber un vaso de agua en ayunas hace que se active tu metabolismo, metabolismo que cuanto más y antes esté activo, antes y más calorías consumirá.
Antes de las comidas:
Bebe un vaso de agua antes de cada comida, tu estómago tiene una capacidad limitada, si antes de comer le añades esa cantidad de agua, entrará menos comida y con ello menos calorías, sin quedarte con hambre.
Fácil ¿verdad? tan solo es necesario acostumbrarse al agua, y no caer en la tentación de bebidas carbonatadas.
Eso sí, me gustaría que quedase muy claro:
- Beber agua es necesario para la salud.
- Por mucha agua que bebas no vas a quemar grasa.
- Nunca el agua va a sustituir ninguna comida.
- No vale el "cuanto más mejor", su consumo en exceso puede llegar a ser perjudicial.
photo credit: Ghita Katz Olsen via photopin cc
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