viernes, 4 de abril de 2014

Una buena ducha... de agua fría

No nos vamos a engañar, hay que reconocer que a casi todos nosotros, la idea que nos viene a la cabeza, cuando piensas en una ducha, es la del agua humeante, calentita, con el vapor inundando cada rincón del baño, sin embargo, también es importante conocer y tener muy en cuenta los beneficios de ducharse con el agua fría. 

Puede que te cueste un poco acostumbrarte, sobretodo si hace frío en la calle, pero muchos son los expertos que aconsejan las duchas con agua fría para estimular el sistema inmunológico, además las duchas de agua fría son estimulantes, mientras que las de agua caliente son relajantes, por lo que sería una buena idea ducharse con agua fría cuando queramos estar despiertos o iniciar algún tipo de actividad, y ducharse con agua caliente antes de acostarse o como método de relajación. 

Incluso se recomiendan al terminar de entrenar, piensa que si te duchas con agua caliente, te sentirás muy agusto, pero con ese calor, sobretodo en exceso, te puede incluso bajar la tensión, mientras que una ducha de agua fría lo que hará será reactivar la circulación sanguínea, lo mejor, empieza con agua caliente, y poco a poco ve bajando la temperatura. 

Una ducha con agua fría contribuirá a activar tus defensas, hace que la piel se vuelva más tersa, y revitaliza y tonifica los músculos, aliviando dolores en piernas y los estados de fatiga.

Así que ya sabes, el agua fría es buena por dentro, pero también por fuera!!

Felices agujetas!!

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