miércoles, 11 de abril de 2012

Entrenando el movimiento



Hace ya tiempo me hablaron de dos tipos de entrenadores, los que basan sus entrenamientos en grupos musculares, con rutinas más o menos elaboradas, centradas en varias divisiones, en las que los músculos son los protagonistas indiscutibles (pecho-bíceps / dorsal-tríceps / cuadriceps - hombro / ...) y aquellos entrenadores que se fijan en los movimientos que realiza cada articulación, es decir, en las posibilidades de movimiento, en diferentes planos y ejes, por encima del entrenamiento de  un músculo concreto.

Yo personalmente me quedo con la forma número dos, es decir, me considero un entrenador del movimiento, si lo piensas detenidamente, en tu vida cotidiana realizas un sin fin de gestos que difícilmente podrías hacer si de un solo músculo dependiese, te imaginas subir una persiana tirando de la cuerda única y exclusivamente mediante una extensión del codo? y subir un bote a una estantería elevada solo con la flexión del hombro? no verdad? En tu día a día, igual que en el mío, a la hora de realizar este tipo de acciones, confiamos en el uso de varios grupos musculares, que desembocan en un movimiento, entonces... por qué me obligo en el gimnasio a trabajar el hombro con interminables series de elevaciones frontales? por ejemplo, o  el bíceps con un "curl con barra recta"? por qué no los combino y obtengo un resultado que me facilitará precisamente esas acciones cotidianas?

En realidad, confiamos ciegamente en el tipo de rutina, o de entrenamiento, que se practica desde hace  muchas décadas, un tipo de entrenamiento obsoleto; no nos damos cuenta que entrenar el movimiento es perfectamente compatible con los objetivos frecuentes que nos marcamos en nuestra sala de fitness, aumento de la masa muscular, pérdida de peso o volumen,... eso si, con la diferencia que al entrenar el movimiento evitamos lesiones

Hagamos un experimento, piensa ahora en tu hombro, piensa en 12 repeticiones por serie, multiplica por 3 series por ejercicio, por 3 ejercicios por sesión, por 2 sesiones a la semana, por 4 semanas al mes, por 12 meses al año, y por tus años de entrenamiento, ahora piensa en que casi siempre haces el mismo gesto, en el mismo angulo, y además con una mancuerna al final del brazo, ¿crees que tu hombro se acabaría lesionando? efectivamente, si, lesiones que se evitarían dando nuevas posibilidades a ese hombro, ofreciéndole nuevos ángulos de trabajo (entrenamiento multiangular), ofreciéndole combinaciones musculares (entrenamiento por continuos musculares), ofreciendo gestos de la vida cotidiana o específicos de tu deporte favorito (entrenamiento funcional), un sin fin de posibilidades para la articulación, sin centrarnos exclusivamente en el deltoides (en este caso)

Desde mi punto de vista, creo que tenemos que cambiar la versión actual que tenemos del entrenamiento, por la 2.0, y empezar a trabajar la inmensa capacidad de movimiento que nos ofrece nuestro cuerpo.

www.albertolazaroentrenadorpersonal.com

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