No cabe duda a día de hoy, que previo a cualquier entrenamiento y/o competición, es necesario un calentamiento adecuado, un calentamiento que se ajuste a la actividad que precede, es evidente que no es lo mismo calentar para un partido de fútbol, que para una sesión de pecho en el gym, pero es evidente que en ambos casos un mal calentamiento, o la ausencia de este, puede hacer que te vayas a casa con algo más que unas simples agujetas.
Está claro que el calentamiento previene de posibles lesiones y es el encargado de preparar a tu cuerpo para el esfuerzo, un corto periodo de tiempo en el que se pretende aumentar la temperatura del cuerpo, de los músculos, tendones y articulaciones, subir la frecuencia cardíaca a ritmos parecidos a los del entrenamiento y preparar psicológicamente al deportista para las exigencias del esfuerzo que vendrá a continuación, luego está claro que no debería haber entrenamiento sin calentamiento.
Cómo sí deberías calentar
Mi consejo es que uses ejercicios en los que se movilicen grandes grupos musculares, con un rango de movimiento limitado que se irá ampliando conforme el calentamiento avance, prestando mucha atención a:
Aumento de temperatura corporal:
Queremos que la temperatura el cuerpo aumente progresivamente, y que el flujo de sangre a las áreas que van a verse implicadas en el entrenamiento o la competición aumente también, poco a poco aumenta la intensidad de los movimientos que realizas.
Calentamiento específico:
Una vez el cuerpo está caliente, es necesario que prestes atención a los músculos y articulaciones concretos que vas a trabajar en la sesión de ese día, imitando por ejemplo gestos que más tarde harás en el entrenamiento.
Aumenta la concentración:
Tanto la competición, como el entrenamiento requieren de un estado de concentración óptimo, lo que requiere que tu mente esté centrada en el esfuerzo, no en otras cosas de tu día a día, piensa en los movimientos que vas a realizar, en la rutina que vas a seguir, en posibles sensaciones de entrenamiento,...
Cómo no deberías calentar
Evita estiramientos estáticos:
La musculatura está fría y es muy posible que generes microlesiones que pueden agravarse en el entrenamiento, es preferible que este tipo de estiramientos los hagas en el enfriamiento una vez terminaste de entrenar.
Evita estiramientos balístico:
Son tremendamente agresivos para las articulaciones y para la musculatura de tu cuerpo, es más, antes de hacer una sesión de estiramientos balísticos es necesario un calentamiento previo!!
No llegar a la extenuación:
El calentamiento no debe impedir el entrenamiento posterior, ni limitar las capacidades del deportista para su rendimiento en la competición, está bastante claro ¿no?
Ahora ya no tienes excusas, sabes cómo y por qué se hace, solo tienes que hacerlo.
Sígueme en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario