Desde luego el ciclo menstrual influye en los periodos de entrenamiento de las atletas y/o las deportistas, independientemente del nivel de entrenamiento al que se vean sometidas, sin embargo la forma en que el propio ciclo menstrual afecta a cada mujer, varia en función de cada mujer, ni más, ni menos, ya que su estado de ánimo puede verse alterado y con ello su motivación hacia la actividad física.
Algunos aspectos a nivel fisiológico que afectan durante la menstruación a las mujeres son:
- Frecuencia cardíaca: se ve alterada aumentando sus valores basales.
- Temperatura corporal: dificultad en algunas ocasiones para mantener una correcta termorregulación.
- Fatigabilidad del sistema nervioso: aumentada en esta fase.
- Pérdida de hemoglobina: por la pérdida de sangre, lo que disminuye el aporte de oxigeno, y en consecuencia la sensación de cansancio será algo mayor.
Pero independientemente de esto, y como decía al principio, a cada mujer le afecta su ciclo menstrua de diferente manera, ya que las características biológicas de cada mujer son diferentes.
Lo primero que debes tener claro es que el ciclo menstrual no exime de hacer ningún tipo de actividad física, salvo que el dolor sea limitante, algo que depende de cada persona, en algunas ocasiones con su analgésico será suficiente para poder entrenar sin problema, en otras palabras, puedes realizar cualquier tipo de deporte mientras tienes la regla, lo único que debes tener en cuenta es tu comodidad, actividades de alto impacto, actividades del tipo aeróbic, o incluso spinning pueden hacer que te sientas incómoda, depende de ti.
Es más, se ha demostrado que al ejercicio físico se le atribuyen algunos beneficios durante el ciclo menstrual:
Mejor tolerancia al dolor: según una investigación realizada por la Universidad de Oxford, se determinó que la actividad física realizada en equipo y en sincronía eleva el umbral del dolor. La tolerancia al dolor, tan subjetiva, se ve aumentada con entrenamientos sistemáticos y planificados, siendo de gran ayuda para los periodos menstruales.
Mejora de la mineralización ósea: las alteraciones en los ciclos hormonales dan lugar a una reducción de la densidad ósea, esta se palia con el efecto del ejercicio físico, que está demostrado, que aumenta la densidad mineral ósea debido a las situaciones de "stress" a las que se somete a los huesos.
Mejora de la circulación sanguínea: más circulación sanguínea de todos los grupos musculares implica también más circulación sanguínea en la región pélvica, lo que puede ayudar a aliviar el dolor de la fase menstrual sin tener problemas de aumentar el sangrado por esta misma razón.
Menos dolor gracias a las endorfinas: se supone que las endorfinas tienen un efecto natural contra el dolor y por tanto, pueden difuminar la percepción dolorosa durante el periodo premenstrual y menstrual, ya que estas mismas endorfinas se segregan durante el entrenamiento.
Como entrenador personal, cuando alguna de mis clientas ha entrenando mientras ha estado con la regla, los entrenamientos son exactamente iguales, que sin ella, sin diferencia alguna en su rendimiento.
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