Puede que sí, aunque también puede que no hayas oído hablar acerca de esta nueva tendencia en el mundo del fitness. Como su propio nombre indica, se trata de moverse de forma lenta, entrenando muy despacio, un tipo de entrenamiento que se está volviendo muy popular en Estados Unidos. Basado en la teoría que el entrenador Adam Zickerman plantea en su libro “Power of 10” de que moverse, o entrenar más rápido no es necesariamente más efectivo.
Este método defiende la calidad frente a cantidad y consiste en realizar sesiones de ejercicios de 10 segundos con los cuales se queman calorías y crea densidad ósea.
Parece como que ha descubierto la cuadratura del círculo, pero ten en cuenta que todo movimiento quema calorías, y todo estímulo que genere un "stress" sobre la masa ósea crea densidad ósea, es decir, que se adhiera calcio al hueso. Lo interesante es saber cuánto se quema y cuánto se adhiere.
Pero bueno, vamos a seguir hablando de Slow fitness, según Adam Zickerman:
Slow Fitness es mi propuesta para recuperar el contexto y la historia de la actividad física, para replicar los movimientos que han sido parte de nuestro pasado por cientos de miles de años, que nos harán disfrutar de nuevo del ejercicio, y por tanto lograr los resultados que deseamos, de manera sustentable.
Nuestra actividad física debería ser más que un circuito por una serie de máquinas con unas tandas y unas repeticiones predefinidas. Yo propongo una pirámide de ejercicios alineada con nuestra historia y nuestra evolución, que puedes adaptar a tus preferencias.
Slow Fitness pretende que desarrolles una relación a largo plazo con tu cuerpo y con la expresión física del mismo, que es el movimiento.
Haz cosas que disfrutes; ponerse en forma no es un objetivo a corto plazo, es una forma de vida; el proceso es parte de la recompensa. Aprende a disfrutar de la ‘biodiversidad’ de movimientos del cuerpo humano y de todo su potencial.
La verdad es que es no es más que un entrenamiento funcional, evitar las máquinas para dar libertad a los movimientos (aunque en sus vídeos solo se usan máquinas), la idea de basarse en movimientos cotidianos, ejercicios adaptados a tus preferencias,... todo coincide con el entrenamiento funcional, pero más despacio.
En efecto, entrenar más rápido no siempre es más efectivo, no todos tus entrenamientos deben estar basados en HIIT´s, Tábatas, sesiones de 1/2 hora o 20 minutos,... por eso existen los sistemas de entrenamiento basados en intervalos excéntricos, el LISS, el yoga (en alguna de sus disciplinas), el método Pilates,...
No discuto que este método no funcione, simplemente me parece una opción más, un nuevo método basado en los demás, con una mínima diferencia para llamarlo diferente, que se unirá a la lista de tipos de entrenamientos de cualquier usuario de gimnasio, lo que me gustaría es que tengas el criterio necesario para saber cuándo usar Slow fitness, y cuándo utilizar cualquiera de los demás métodos de entrenamiento.
Por mi parte, y para que tú puedas decidir si este método sirve, o no, si lo quieres probar, o no, si es serio, o no, te dejo un vídeo en el que el mismo creador de Slow fitness nos habla de sus bondades:
Slow Fitness es mi propuesta para recuperar el contexto y la historia de la actividad física, para replicar los movimientos que han sido parte de nuestro pasado por cientos de miles de años, que nos harán disfrutar de nuevo del ejercicio, y por tanto lograr los resultados que deseamos, de manera sustentable.
Nuestra actividad física debería ser más que un circuito por una serie de máquinas con unas tandas y unas repeticiones predefinidas. Yo propongo una pirámide de ejercicios alineada con nuestra historia y nuestra evolución, que puedes adaptar a tus preferencias.
Slow Fitness pretende que desarrolles una relación a largo plazo con tu cuerpo y con la expresión física del mismo, que es el movimiento.
Haz cosas que disfrutes; ponerse en forma no es un objetivo a corto plazo, es una forma de vida; el proceso es parte de la recompensa. Aprende a disfrutar de la ‘biodiversidad’ de movimientos del cuerpo humano y de todo su potencial.
La verdad es que es no es más que un entrenamiento funcional, evitar las máquinas para dar libertad a los movimientos (aunque en sus vídeos solo se usan máquinas), la idea de basarse en movimientos cotidianos, ejercicios adaptados a tus preferencias,... todo coincide con el entrenamiento funcional, pero más despacio.
En efecto, entrenar más rápido no siempre es más efectivo, no todos tus entrenamientos deben estar basados en HIIT´s, Tábatas, sesiones de 1/2 hora o 20 minutos,... por eso existen los sistemas de entrenamiento basados en intervalos excéntricos, el LISS, el yoga (en alguna de sus disciplinas), el método Pilates,...
No discuto que este método no funcione, simplemente me parece una opción más, un nuevo método basado en los demás, con una mínima diferencia para llamarlo diferente, que se unirá a la lista de tipos de entrenamientos de cualquier usuario de gimnasio, lo que me gustaría es que tengas el criterio necesario para saber cuándo usar Slow fitness, y cuándo utilizar cualquiera de los demás métodos de entrenamiento.
Por mi parte, y para que tú puedas decidir si este método sirve, o no, si lo quieres probar, o no, si es serio, o no, te dejo un vídeo en el que el mismo creador de Slow fitness nos habla de sus bondades:
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photo credit: SLOW via photopin (license)
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