Foto tomada en Benefits Studio |
Otro año más, después de un merecido descanso toca volver a la rutina. Es posible que en esa rutina el ejercicio físico estuviese presente antes de irte, aunque también cabe la posibilidad de querer dar un pequeño cambio a tu vida incluyendo en tu día a día algún tipo de actividad física.
En ambos casos, teniendo en cuenta que en verano el deporte suele quedar relegado a un segundo plano, lo mejor es que te tomes las cosas con calma, por eso te voy a dar unas pautas para que hacer ejercicio sea lo más agradable posible:
1. No hagas más de 2 o 3 sesiones de entrenamiento por semana durante las dos primeras semanas, de este modo harás que el entrenamiento sea algo divertido, sin llegar a ser una obligación. Y adaptarás poco a poco a tu cuerpo al esfuerzo físico, dando tiempo suficiente para su recuperación después del esfuerzo.
2. Cuando entrenes, intenta estar en el gimnasio como mucho 45 minutos, piensa que si entrenas demasiado tiempo, es posible que al día siguiente las agujetas pasen factura.
3. Más trabajo cardiovascular y menos pesas, dedica 2/3 de tu sesión de entrenamiento a trabajo aeróbico, y 1/3 a la musculación, esto te ayudará a quemar calorías y a ponerte en forma rápidamente, sin riesgo de lesión.
4. Cuidado con las clases colectivas, si te gustan estas actividades elige las primeras dos semanas clases tipo GAP, tonificaciones suaves,... clases que no te exijan ni demasiado esfuerzo, ni demasiado tiempo. Deja tus clases habituales para más adelante.
5. Trata de conocer gente nueva, uno de los motivos por los que algunas personas se apuntan a los gimnasios es para relacionarse con otras personas, si consigues crear un circulo de amistades, te costará mucho menos mantener una rutina de asistencia a tus entrenamientos, por lo que los resultados están garantizados.
Unos sencillos consejos para que la reentrada en el gimnasio sea progresiva y menos dura.
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