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domingo, 3 de mayo de 2020

Cáncer y los beneficios de una actividad física controlada

Muchos son los estudios (más de 10.000 las publicaciones científicas que han estudiado las vinculaciones entre el ejercicio y el cáncer y casi todas ellas con resultados positivos en cuanto a la prevención de numerosos tipos de tumores, la disminución de la recurrencia del cáncer y el mejor pronóstico de éste si se hace ejercicio) que aseguran que la actividad física, conocida como ejercicio, es fundamental tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer, puesto que mejora la calidad y la esperanza de vida de los pacientes, y disminuye el riesgo de recaídas.

Los beneficios que la actividad física nos ofrece frente al cáncer son innumerables: no solo ayuda a prevenirlo, sino que aminora los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, disminuye la recidiva del cáncer, mejora la energía vital del individuo, aumenta la movilidad y el equilibrio, disminuye la fatiga, mantiene la masa muscular, mejora la autoestima y la calidad de sueño, disminuye el nivel de ansiedad, depresión y estrés…

A día de hoy no cabe duda de la importancia del ejercicio, tanto en la salud global, como en la prevención e incluso en el tratamiento de numerosas enfermedades (no solo el cáncer). Entre estas enfermedades está el cáncer.

Está científicamente demostrado que el ejercicio físico correctamente prescrito puede realizarse sin riesgo durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia y después de ellos, algo que también he podido comprobar en primera persona durante los años que llevo trabajando con pacientes oncológicos. Ahora bien, es preciso ajustar su intensidad, duración, frecuencia semanal y tipo de ejercicio al estado general del paciente. El ejercicio físico va a mejorar la calidad de vida, la fatiga y el estado de ánimo del paciente oncológico en tratamiento. Además mejorará el pronóstico de la enfermedad, su calidad de vida futura y su esperanza de vida final.

El ejercicio, clave tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer.

Algunos de los beneficios en relación al cáncer de practicar activad física:

- Disminuye los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, como las náuseas, el estreñimiento, la fatiga, la disminución de la libido o el riesgo de tromboembolismo.
- Disminuye la recidiva del cáncer.
- Mejora e incrementa la calidad y esperanza de vida.
- Aumento de la energía vital y disminución de la sensación de fatiga, así como de su duración tras las sesiones de quimioterapia.
-Mejora la movilidad y el equilibrio en general, al aumentar los niveles de fuerza muscular.
- Aumento de la cantidad de masa muscular, lo que se refleja en una mejora de la capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana.
- Mantiene la densidad mineral de los huesos, al igual que pasa en pacientes de osteoporosis.
- Mejora la autoestima.
- Disminución del nivel de dependencia de terceras personas.
- Mejora las relaciones sociales.
- Mejora la calidad de sueño.
Disminución del nivel de ansiedad, depresión y estrés.
- Ayuda en el controlar del peso.

¿Cuándo podemos empezar a hacer ejercicio, o retomarlo?

Lo primero que debes tener en cuenta es que el ejercicio no debe suponer un riesgo, el cirujano lo tiene que permitir si es que hubo cirugía y/o cuando el oncólogo esté de acuerdo en que el estado general del paciente en relación con la quimioterapia y/o radioterapia es adecuado.

Lo siguiente a tener en cuenta una vez los especialistas de la medicina te hayan dado su visto bueno,  es que es preciso empezar poco a poco, progresivamente, sin llegar a las intensidades de fatiga cardiovascular o muscular. El dolor es un signo de alarma que avisa de un posible problema, por lo que debe tenerse muy en cuenta. La recuperación entre dos sesiones de ejercicio físico es muy importante: no se debe forzar al organismo, mucho menos al principio, de modo que si un día se siente excesiva fatiga, no es preciso hacer la sesión de ejercicio, se puede sustituir por cualquier otro tipo de actividad física.

¿Quién debe estar en mi equipo sanador

Una de las pacientes con las que he tenido el placer y la suerte de trabajar hablaba de su equipo sanador, haciendo así alusión a todos los profesionales que estábamos acompañándola en ese camino tras su diagnóstico y posterior tratamiento.

Lo ideal es que este equipo esté formado por:

- Equipo médico.
- Entrenador personal.
- Nutricionista.
- Fisioterapeuta.

Evidentemente todos ellos con conocimientos y experiencia en estos casos.

¿Es posible hacer ejercicio durante la quimioterapia y radioterapia?

Inicialmente no debería haber problema, pero al igual que pasa por ejemplo en el caso del deporte en el embarazo, todo dependerá del estado de forma física previo al diagnóstico diagnóstico del cáncer, del tipo de cáncer y del tipo de tratamiento. Como hemos visto antes la práctica del ejercicio es buena para mitigar los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia y mejorar la calidad de vida, el estado de ánimo, la energía, la autoestima y la eficacia del tratamiento del cáncer. Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunos aspectos:

En el caso de la quimioterapia es habitual una afectación de las mucosas de la boca y tubo digestivo, piel, pelo, uñas y médula ósea, todos ellos tejidos de una regeneración rápida y constante. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer ejercicio, ya que puede haber anemia y fatiga, leucopenia y predisposición a las infecciones, facilidad de dañar la piel y formar hematomas. Por tanto habrá que evitar ejercicios con riesgo de golpes o caídas, lugares de higiene deficiente o riesgo de infección por estar muy concurridos, zonas de agua… Además, la quimioterapia puede ser cardiotóxica y repercutir seriamente sobre la capacidad cardiovascular. Algunos quimioterápicos pueden producir arritmias, por lo que quizás sea recomendable no hacer ejercicio el día de la sesión de quimioterapia y uno o dos días posteriores.

En el caso de la radioterapia puede haber un daño de la piel y otros tejidos blandos como músculos, tendones y ligamentos próximos a la zona tratada. Esto puede predisponer a lesiones e infecciones de estos tejidos producidos durante la sesión de ejercicio. Al igual que la quimioterapia, podría haber afectación del corazón y una repercusión sobre la capacidad cardiovascular.
En el caso de que hubiera metástasis óseas debe tenerse en cuenta el riesgo de una fractura de estrés.

¿Tipos de ejercicios para un paciente diagnosticado de cáncer?

En este punto la recomendación es básicamente el trabajo de tres de las cualidades físicas:

1. Trabajo aeróbico, mejorara la resistencia para hacer un ejercicio físico como caminar, correr, montar en bicicleta, nadar, bailar…
2. Trabajo de fuerza muscular, mejorar la capacidad de vencer una resistencia determinada como levantar un peso, empujar, tirar…
3. Trabajo de flexibilidad, mejorar el rango articular o amplitud de movimiento de nuestras articulaciones lo más amplio posible.

Solo nos queda mantener el hábito del ejercicio, constancia

Sobretodo si no se hizo deporte antes del diagnóstico y/o tratamiento, mantener la constancia en el ejercicio puede ser una tarea difícil, sin embargo puedes conseguirlo teniendo en cuenta los siguientes puntos:

- A partir de este momento el ejercicio forma parte de tu día a día, igual que comera, dormir o ducharse.
- Aunque te encuentres cansad@ procura hacer algo de ejercicio, tan solo disminuye la intensidad, ya que el mismo ejercicio te hará sentirte mejor y más vital.
- Haz que la rutina de entrenamiento te resulte cómoda de seguir, tanto por los ejercicios, como por el sitio donde los practicas.
- Si la programación de tu entrenamiento es amena, divertida, tendrás más ganas de llevarla acabo, busca actividades que te diviertan, y cuenta con la ayuda de un especialista.
- Mejor hacer ejercicio por la mañana, ya que estarás más descansad@ y hay menos excusas para posponer la sesión por falta de tiempo.

  
photo credit: pntphoto 7S1A5736_m1_sh via photopin (license)

2 comentarios:

  1. Excelente información.
    Tienes una tarea ardua, en la orientación tanto a médicos como a pacientes oncológicos, sobre los beneficios del ejercicio físico. La mayoría de los hospitales, dicen tener una atención integral para el paciente oncológico, pero no es cierto, hay muchas cosas por hacer y que mejorar.
    Un abrazo y muchas gracias por tu dedicación y compromiso

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  2. Gracias a ti Candela, seguiré trabajando para que esta información y mucha más esté al alcance de cualquier paciente oncológico.
    Fuerte abrazo.

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