Es posible que hayas odio hablar de los numerosos beneficios del entrenamiento tipo HIIT (High Intensity Interval Training), sin embargo debes tener ene cuenta que se trata de una actividad que no es apta para todo el mundo.
Si hablamos de beneficios o ventajas que HIIT nos ofrece, lo primero que nos atrae de este método es que 15 minutos de HIIT proporcionan un mayor gasto calórico que 30 minutos de running. Además, se quema más grasa durante las siguientes 24 horas tras esos 15 minutos que después de una hora de carrera (efecto EPOC). El entrenamiento de alta intensidad provoca que el cuerpo, al no estar acostumbrado a esa actividad, reorganice su metabolismo para que utilice los ácidos grasos como fuente de energía, algo que apenas se consigue con entrenamientos tradicionales. Esto lo acreditó en su reunión anual de 2011 el American College of Sports, organismo que también aseguró que dos semanas de HIIT equivalen a entre seis y ocho de los entrenamientos de resistencia.
El método HIIT consigue multiplicar la hormona de crecimiento un 450% durante las primeras 24 horas tras el entrenamiento. Esta hormona es la responsable tanto de incrementar la quema de calorías como del proceso de ralentización del envejecimiento, así que se supone que permite que los practicantes de HIIT se mantengan más jóvenes por dentro y por fuera.
Gracias a este método es posible encontrar el equilibrio entre perder peso y no perder masa muscular, que es uno de los aspectos más complicados a la hora de tratar de adelgazar y lo que suele ocurrir cuando se hace el trabajo cardiovascular habitual. HIIT proporciona la fórmula perfecta, ya que se consigue quemar hasta el triple de grasa sin que suponga una pérdida de la musculatura al basarse en ejercicios de fuerza.
Según un estudio de Little y Gibala en 2006, se produce una gran mejora de la capacidad cardiaca tras realizar HIIT. El resultado fue que los sujetos de la investigación eran capaces de pedalear el doble manteniendo el mismo ritmo cardiaco que tenían mientras realizaban entrenamientos comunes, es decir, antes de probar el de intervalos de alta intensidad.
Además el entrenamiento tipo HIIT es adecuado para las personas que sufren diabetes, ya que ayuda a aumentar el consumo de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina. Estudios científicos avalan estos datos en pruebas realizadas sobre la insulina en ayunas.
Sin embargo, como te decía al principio, el entrenamiento tipo HIIT no es apto para todo el mundo ya que tiene ciertas contraindicaciones:
- Por ejemplo, si se está llevando una dieta hipocalórica realizar ejercicios de alta intensidad puede provocar mareos e, incluso, la pérdida del conocimiento, puesto que existe una falta de glucógeno en el cuerpo.
- Carga de trabajo muy elevada sobre las articulaciones y los tendones con los entrenamientos de alta intensidad, por eso aquellas personas que tengan cualquier tipo de problema articular o muscular deberían abstenerse de realizarlo, puesto que el riesgo de agravar una lesión es grande.
- Aquellas personas con falta de fondo físico deben evitar también este tipo de entrenamiento al principio. Se ha de empezar por uno suave para adquirir la capacidad física necesaria para un entrenamiento tan exigente como éste.
- Por último, el incremento de la presión sanguínea desaconseja el HIIT a personas con enfermedades cardiacas o cardiovasculares (especialmente en el caso de tener hipertensión arterial), ya que el riesgo de sufrir un problema mayor es muy alto.
Así que ya lo sabes, método HIIT sí, pero es mejor evitarlo si tu salud está en juego, o no estás aún lo suficientemente en forma como para practicarlo.
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