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martes, 26 de enero de 2016

Leptina, la hormona del apetito.

Descubierta en ratones, en 1994, y posteriormente en humanos, se cree que la leptina actúa como un lipostato: cuando la cantidad de grasa almacenada en los adipocitos aumenta, se libera leptina en el flujo sanguíneo, lo que constituye una señal que informa al hipotálamo que el cuerpo tiene bastantes reservas y que debe inhibir el apetito.

Lo que se ha descubierto es que los niveles de leptina resultan claves a la hora de controlar nuestros hábitos en lo que a alimentación se refiere, a mayor cantidad de hormona menor es la sensación de hambre. Sin embargo, en ayunas o tras una restricción calórica intensa (por ejemplo con dietas muy severas), los niveles de leptina disminuyen bruscamente, causando un aumento del apetito y una disminución del gasto energético. 

¿Para que sirve leptina?

De las funciones que más nos pueden interesar en cuanto al control del peso corporal, la leptina se encarga de: 

- Inhibir la producción de hormonas y péptidos que incrementan el apetito y los deseos de comer.
- Estimular la síntesis de señales de producción de saciedad, lo que nos ayuda a disminuir la ingesta de alimentos.
- Incrementar el gasto calórico y metabólico por su acción a nivel central sobre la producción de otro tipo de hormonas y sobre la termogénesis.

¿Pero entonces por qué hay tanta gente con sobrepeso?

En respuesta a esta pregunat, podríamos decir que algo está causando que los receptores de leptina del hipotálamo pierdan sensibilidad, o algo está haciendo que la leptina no llegue a estos receptores. De alguna forma, esta hormona no está funcionando como debería.

Si bien se ha demostrado que las personas obesas tienen alta cantidad de leptina en sangre, se considera que son resistentes a la acción de la misma, todo apunta a que la leptina, la resistencia y la sensibilidad a la misma son dependientes del entorno dietético que se le proporciona.

Comportamientos que afectan la cantidad y la acción de la leptina:

Los niveles de leptina en nuestro organismo, pueden verse alterados por varios factores, entre otros, por supuesto, la proporción de tejido adiposo en el organismo.

- Dietas estrictas: las dietas de muy bajo valor calórico, tales como las "dietas milagro" que son muy restrictivas, reducen notablemente los niveles de leptina. 
- Descenso de peso corporal: perdemos peso corporal muy rápidamente, se reducirá drásticamente la masa grasa en el organismo, por lo tanto, también se reducirán los niveles de leptina afectando así nuestro apetito y el gasto calórico diario.
- Ejercicio regular: aunque suele producir una caída de masa grasa en el organismo, se ha asociado a mayor sensibilidad a la leptina, por ello, las personas físicamente activas tienen menores niveles de hambre, controlan mejor la ingesta de alimentos y tienen mayor gasto calórico.
- Estrés: el estrés en el organismo incrementa los niveles de cortisol y reduce los niveles de leptina, produciendo más hambre, más placer al comer y reduciendo el gasto energético.

Entrenador personal Madrid
photo credit: What BIG burger?! via photopin (license)

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