Da igual si vas andando, corriendo, practicando algún deporte,... el tobillo puede sufrir un esguince con cierta facilidad y de forma fortuita, si bien es cierto que practicando algunos deportes como la carrera, el fútbol o el rugby (deportes que requieran girar sobre la articulación) es más probable sufrirlo.
¿Qué es un esguince de tobillo?
Los esguinces del tobillo son el resultado del desplazamiento hacia adentro o hacia afuera del pie, pudiendo distender o romper los ligamentos del tobillo en su cara interna o externa.
Síntomas de un esguince
1. Dolor intenso en la articulación que puede derivar en la imposibilidad de mover el tobillo en este caso.
2. Inflamación de la zona afectada.
3. Ocasionalmente aparición de hematomas.
4. Calor local a causa de la inflamación.
5. Alteración de la sensibilidad localizada en la zona del ligamento lesionado.
Tipos de esguinces de tobillo
Grado 1: solo hay una distensión del ligamento, sin desgarro del mismo, es el esguince más leve.
Grado 2: pueden ser leves o moderados y existe desagarro del ligamento sin llegar a rotura total. Los moderados pueden acompañarse de roturas óseas y requieren inmovilización con escayola o férula.
Grado 3: rotura total del ligamento asociada o no a rotura ósea. Requiere tratamiento quirúrgico para unir el ligamento.
Tratamiento de un esguince de tobillo
Si te hiciste un esguince, lo primero que debes hacer es ir a que te vea un especialista, para así determinar el grado de gravedad del esguince, con una simple radiografía determinarán si hay rotura ósea asociada al esguince o no, que es más que importante.
Una vez determinado, el tratamiento inicial que se aplica es:
Reposo
Imprescindible en la recuperación que eliminemos las posibles cargas sobre el tobillo un periodo mínimo de 24 a 48 horas.
Aplicación de frío
El frío es un antiinflamatorio natural. Debemos aplicar frío durante las primeras 48 horas cada 2 horas 8 a 10 minutos, sin excedernos en su aplicación ya que ocasionaríamos el efecto contrario. Existen bolsas de gel que una vez congeladas se adaptan muy bien a los diferentes contornos a aplicar, si no la tienes, siempre puedes usar una bolsa de guisantes, si tampoco tienes usa simplemente hielo en una bolsa si contacto directo con la piel, es decir, con un paño entre la bolsa de hielo y el tobillo.
Compresión
Un vendaje elástico que comprima la zona se usa para proteger el ligamento lesionado y reduce la inflamación, aunque no es conveniente mantener el vendaje compresivo pasadas las primeras 48 horas, ni andar quitándolo y poniéndolo, simplemente aguanta la venda los 2 primeros días.
Elevación
A la vez que se aplica frío, es conveniente elevar la zona lesionada por encima del nivel del corazón, este procedimiento se recomienda en las horas inmediatamente posteriores a la lesión, con el vendaje de compresión colocado.
Medicación
Solo bajo prescripción médica, calmantes y antiinflamatorios no esteroideos pueden ser utilizados para reducir el dolor y el tiempo de curación.
Tratamiento de un esguince de tobillo por medio de fisioterapia
Una de las mejores opciones para la recuperación de esta lesión, es confiar en las manos de un fisioterapeuta, es cual se encargará de tratarlo por medio de:
- Movilización temprana
Aumentando poco a poco el rango de movimiento de la articulación. Siempre sin llegar al umbral del dolor.
- Baños de contraste
- Reducción de la inflamación
Masaje drenante, ultrasonidos,...
- Fortalecimiento muscular
- Reeducación propioceptiva
Cómo prevenir un esguince de tobillo
Como te decía al principio, a diferencia de otro tipo de lesiones, el esguince de tobillo aparece de forma fortuita, sin embargo 3 factores clave pueden marcar la diferencia entre lesionarte o no:
1. Calentamiento adecuado: para preparar la articulación del tobillo para la actividad física.
2. Propiocepción del tobillo: por lo complejo del concepto propiocepción no voy a entrar en este post a describirlo, pero como resumen podríamos decir que es necesario que el tobillo esté preparado para cualquier situación, por eso añadir Bosus y todo tipo de superficies inestables en las rutinas de entrenamiento, ayudan a que el tobillo pueda superar determinadas circunstancias que sin la fuerza y flexibilidad necesarias derivarían en un esguince.
3. Material adecuado: en este caso es el calzado lo más importante, un calzado adecuado a cada actividad física, que incluya las características necesarias para el desarrollo de la actividad sin percances.
Rehabilitación de un esguince de tobillo
Una vez reducida la inlfamación y el dolor, y si el fisioterapeuta y/o el traumatólogo lo consideran oportuno, empieza el programa de rehabilitación con el objetivo de fortalecer el tobillo y darle la solidez que no tenía o ha perdido, para ello, como entrenador personal, incluyo dos apartados en mis entrenamientos:
1. Fortalecimiento del tobillo en todas sus posibilidades de movimiento, sobretodo con bandas elásticas, flexión, extensión, rotaciones,...
2. Trabajo de equilibrio, usando plataformas inestables, para mejorar así la propiocepción de la articulación, sobre ambas piernas, sobre una sola, estático, dinámico,... en función del momento de recuperación del tobillo a entrenar.
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